UNA CENA FRANCESA EN... MÉXICO

Por Valeria Cobian

Foto por: Valeria Cobian

Apenas seis ingredientes son suficientes para hacer las crepes francesas, un platillo típico, lleno de sabor y tradición.

El departamento de Marvyn, un chico que viene a estudiar a México desde Lyon, Francia, se encuentra en la colonia Condesa. Vive con otros cuatro chicos franceses y una mexicana. Desde hace cuatro meses que llegaron a nuestro país, hacen una cena cada semana, donde invitan a sus amigos para cocinarles algún platillo típico de su país.

La semana pasada fue noche de crepas y Marvyn las preparó. Utilizó la receta de su mamá. Había personas de diferentes nacionalidades, franceses, mexicanos, holandeses y colombianos.

No le tomó más de diez minutos en preparar la mezcla, muy rápido y fácil, con ingredientes que se pueden encontrar en cualquier lado, excepto uno. “No sé cómo se llama esto, señaló la receta que tenía en su celular, pero no es muy necesario”, dijo Marvyn.

Buscamos la traducción en internet, esencia de naranja era el ingrediente faltante, pero él lo cambió por un poco de ron, su toque especial, según Marvyn.

Él prepara la mezcla a “ojo de buen cubero”, no utiliza nada para medir cantidades, ni siquiera utiliza una batidora, simplemente un tenedor de carne y una pala de madera.

Empezó vertiendo lo que sobraba de harina en la bolsa, después añadió un poco de leche y comenzó a mezclar hasta que obtuvo una especie de masa.

Paso seguido, echó dos huevos y siguió batiendo, agregó un poco de stevia para endulzar. Tomó un vaso con agua y lo añadió, después otro par de huevos y más leche. El último ingrediente fue un chorrito de ron.

Uno de los roomies mencionó que en la receta de su familia no se utiliza agua, solamente leche. Pero la receta de la mamá de Marvyn ha sufrido algunas modificaciones gracias a su hijo.

Todos los roomies y los invitados estábamos concentrados en la cocina, escuchando música techno y viendo cómo nuestro host preparaba las crepas. Todos hicimos el intento de cocinar una, pero algunas se quemaron y otras quedaron un poco crudas.

Nos sentamos en la cocina, platicando un poco sobre las habilidades de nuestro “chef” y Marvyn nos contó un poco sobre su platillo. “Las crepas son tan populares en Francia como los caracoles”, dijo seguido de una mueca simulando lo deliciosos que eran.

“Cada persona tiene su propia receta, las cocinan como mejor les gusten, pero yo uso la receta de mi mamá, aunque no la siga exactamente”, añadió.

Algunos quisieron crepa dulce y otros salada. La dulce era de Nutella y la salada llevaba jamón, queso y un huevo. Esta última la condimento Marvyn con un poco de sal y pimienta.

Después de muchas risas, chistes y crepas, nos movimos hacia la sala, donde jugamos algunos juegos populares de Francia, de México y de muchos otros países.

Finalmente, poco a poco, nos retiramos, agradeciendo enormemente a nuestro increíble host.